martes, 21 de abril de 2009

(El trabajo expresivo-conceptual) El concepto perdido. Capitulo de catarsis.

Corresponde a la voluntad de escribir emanando y direccionando pensamiento hacia la nada. Una forma dadaísta de catarsis que no cura ni repara pues en realidad, ni siquiera es. Palabra escupida cual si fuera respiro. Vacía de sentido pero tal vez si un poco reveladora del inconsciente. Eso que dicen de los huecos del discurso. Palabra como fonemas que se tornan carne y abandonan el veneno del sentido y las cicatrices de la lógica. Pretenden, sin pudor, volver a ser expresión en el sentido más profundo. Expresión del nivel de un gesto pero ahora con la carga nostálgica y a la vez perturbadora de lo que fue su vocación por siempre, la maldición que cargan (las palabras) de transformarse en lógica narrativa y conceptual.
Liberar al concepto de su palabra es un trabajo de recuperación de sinapsis que fueron denominadas y perdieron en consecuencia su esencia, pues el signo no es nunca completo. Se pierde, al nombrar, ese momento de creación de un concepto en el cual genera mas sentido que una vez después de formado, y nombrado y descripto. Recuperar ese momento requiere eliminar al signo, - tachar-, y permitir otro intercambio en el cual el concepto no pierda naturaleza en pos de su transformación a lo transmitible.

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